sábado, 21 de abril de 2018

UN PACTO POR EL LIBRO QUE ILUMINA



En este manifiesto se renueva la invitación general a suscribir este Pacto por el Libro que ilumina. Recomendamos que este escrito sea fijado en lugares visibles de bibliotecas, librerías y otros sitios en donde se defienda la cultura bibliográfica. El texto ha sido redactado por Juan José García Posada, Darío Ruiz Gómez y José Guillermo Ánjel Rendó, con la aportación del Café Literario y el Consejo de Lectores del Suplemento Literario de El Colombiano, en septiembre de 2002:

Quienes firmamos este manifiesto que nos reúne en Un pacto por el Libro que ilumina, tenemos presente que en medio de la situación de conflicto en que se debate nuestra sociedad, cuando la barbarie creciente amenaza con destruir los elementos que poseemos de civilización y cultura y con borrar la palabra escrita, se nos impone volver de nuevo al espíritu del libro. Tal parece que en una realidad tan compleja como la nuestra se agotan las posibilidades de salida. Pero la reflexión crítica y la actitud creativa que genera un buen libro posibilitan el hallazgo de nuevas vías, de claves de interpretación y de luces al final del túnel. La buena literatura ilumina y puede generar efectos renovadores y transformadores prodigiosos.

El libro, como instrumento confiable para la percepción y la comprensión de la realidad, permite la búsqueda de una razón ordenadora. Representa la memoria cultural escrita, que permite el análisis de los hechos del pasado, fundamento cierto para la comprensión del presente y de las tendencias que anuncian el porvenir. La cultura bibliográfica ayuda a penetrar en el sentido profundo y verdadero de los fenómenos del aquí y ahora y del allá y entonces, con una amplia perspectiva humana, histórica y universal.

En tiempos como los actuales, ante la confusión creada por las corrientes borrascosas de la globalización, de la revolución informática y de la tiranía de la actualidad, el ser humano circunstanciado y muy en particular el hombre colombiano necesitan el espacio de reflexión que abre el libro para alcanzar a poner orden en el mundo de las ideas y conseguir una lectura atinada de su propio entorno y del acontecer mundial. El cosmpolitismo del viajero real  o del navegante ciberespacial necesitan el sentido de trascendencia y universalidad que infunde el libro.

La crisis de nuestro tiempo es en alto grado una crisis del sentido de lo humano. El libro proporciona argumentos y testimonios suficientes para comprender que en la sociedad actual todavía existe el individuo, a pesar de todo, pero el individuo en función de los otros. Los demás también son seres humanos. Por medio de la cultura del libro es posible humanizar el vivir personal y social y reivindicar la individualidad y la alteridad.

Por consiguiente, al firmar este Pacto por el Libro que ilumina extendemos una amplia invitación a manifestar en todos los ámbitos de nuestra sociedad un respaldo consciente, consecuente y efectivo a la tarea fundamental de las bibliotecas públicas e institucionales como centros de irradiación de la cultura bibliográfica, a los libreros como orientadores de los lectores, a los maestros como responsables de la enseñanza a leer, a la inculcación desde el hogar de la lectura como dedicación entrañable, a los medios periodísticos, los editores y las empresas editoriales en la comprensión y la crítica honorable sobre el mundo de los libros, y al establecimiento de canales de distribución que impidan el almacenamiento estéril de libros útiles en bodegas y archivos.

Quienes firmamos este manifiesto asumimos el compromiso de hacer lo que esté a nuestro alcance, de acuerdo con las diferentes actividades y funciones, por asegurar la permanencia del libro como centro de atención de la sociedad y componente esencial de la calidad de vida y reconocer su condición de factor de cambio de las actitudes y los comportamientos culturales.

Tenemos el convencimiento de que el estado de cosas de nuestra sociedad actual resulta en buena parte del desdén crónico, sistemático, porfiado, contumaz por los libros. Y a propósito recordamos esta sentencia, escrita en la pared de una antigua biblioteca:

“Los libros son amigos leales y silenciosos
que, no obstante, si los desdeñamos, algún día se vengarán de nuestro desprecio”.

(Feria del Libro de Medellín, septiembre de 2002. Relanzamiento el 18 de abril de 2018, en sesión del Coloquio de los Libros, con motivo de las jornadas del Español y el Festival del Libro y la Palabra de la Universidad Pontificia Bolivariana).

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