CIUDAD GÓTICA, UNA
METÁFORA DE MEDELLÍN
Por JUAN JOSÉ GARCÍA POSADA
El miedo que está afectando a muchísimos habitantes de Medellín, por la
inseguridad ambiental y hasta por la agresividad que desata un partido de
fútbol que debería ser una fiesta, se parece, guardadas las proporciones, al de
los conciudadanos de Batman en la pavorosa Ciudad Gótica de la película más
reciente del superhéroe.
El colmo del deterioro de la vida urbana es la arremetida frecuente de
las minorías de hinchas furibundos que suelen apoderarse del sector circundante
de la unidad deportiva Atanasio Girardot, antes un vividero ideal y ahora un
espacio insoportable para el vecindario, que protesta con razón por lo que
nunca se imaginó que iría a protestar.
Esa invasión intimidatoria de hordas de aficionados en las tardes y
noches futboleras por los contornos del Estadio, es un síntoma insólito de
alteración de la convivencia. El deporte no debería ser detonante del fanatismo
sino generador de civilidad. No hay derecho a que se confunda con realidades
tan graves como la proliferación de combos aguerridos y la expansión de la
delincuencia común en el centro y los barrios.
Si no puede evitarse ni controlarse el miedo de la gente a quedar
dominada por fuerzas criminales, la calidad de vida de una ciudad es una
falacia, así el desarrollo material sea imparable.
El miedo impide relacionarse con los demás, encontrarse en el espacio público,
andar sin sospechas de agresión, dejar de sentirse forastero en el paisaje
familiar que representa la patria original.
Es obvio que la interpretación de los problemas urbanos sea
fundamental. Hay valiosos estudios y reflexiones sobre Medellín. Líderes sociales,
universitarios y periodistas debemos comprender esta ciudad complejísima y
colmada de contrastes. Pongo como ejemplo de trabajo serio y consecuente el
primer título de la Colección
Hermenéutica Urbana, que hemos creado en la UPB y presentamos en la Fiesta
del Libro, del cual es compilador el arquitecto Ignacio René Uribe López, con
un competente equipo interdisciplinario.
Pero las soluciones debe aplicarlas el gobierno local. Debe demostrar
presencia eficaz de la autoridad y realizaciones por el bien común. La alarmante
falta de equidad es uno de los factores de inseguridad e inestabilidad. ¿Se olvidaron
los compromisos éticos de construir un modelo de solidaridad y justicia social?
Es inconcebible que no se aprenda del tesoro de los errores, la violencia siga
extendiéndose, la desigualdad se agudice y Medellín muestre una tasa ascendente
de desempleo del 13.3%, superior a la del país, del 10.5%.
No renuncio al realismo optimista. A pesar de las evidencias
rutinarias, pienso que Ciudad Gótica es sólo metáfora transitoria y no figuración
definitiva de nuestra ciudad. Ojalá no acabemos conformándonos con la ilusión
de que sólo el poder de Batman nos ayudará a botar lejísimos el miedo
circundante.
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