viernes, 5 de octubre de 2012


CIUDAD GÓTICA, UNA
METÁFORA DE MEDELLÍN

Por JUAN JOSÉ GARCÍA POSADA

El miedo que está afectando a muchísimos habitantes de Medellín, por la inseguridad ambiental y hasta por la agresividad que desata un partido de fútbol que debería ser una fiesta, se parece, guardadas las proporciones, al de los conciudadanos de Batman en la pavorosa Ciudad Gótica de la película más reciente del superhéroe.

El colmo del deterioro de la vida urbana es la arremetida frecuente de las minorías de hinchas furibundos que suelen apoderarse del sector circundante de la unidad deportiva Atanasio Girardot, antes un vividero ideal y ahora un espacio insoportable para el vecindario, que protesta con razón por lo que nunca se imaginó que iría a protestar.

Esa invasión intimidatoria de hordas de aficionados en las tardes y noches futboleras por los contornos del Estadio, es un síntoma insólito de alteración de la convivencia. El deporte no debería ser detonante del fanatismo sino generador de civilidad. No hay derecho a que se confunda con realidades tan graves como la proliferación de combos aguerridos y la expansión de la delincuencia común en el centro y los barrios.

Si no puede evitarse ni controlarse el miedo de la gente a quedar dominada por fuerzas criminales, la calidad de vida de una ciudad es una falacia, así el desarrollo material sea imparable. El miedo impide relacionarse con los demás, encontrarse en el espacio público, andar sin sospechas de agresión, dejar de sentirse forastero en el paisaje familiar que representa la patria original.

Es obvio que la interpretación de los problemas urbanos sea fundamental. Hay valiosos estudios y reflexiones sobre Medellín. Líderes sociales, universitarios y periodistas debemos comprender esta ciudad complejísima y colmada de contrastes. Pongo como ejemplo de trabajo serio y consecuente el primer título de la Colección Hermenéutica Urbana, que hemos creado en la UPB y presentamos en la Fiesta del Libro, del cual es compilador el arquitecto Ignacio René Uribe López, con un competente equipo interdisciplinario.

Pero las soluciones debe aplicarlas el gobierno local. Debe demostrar presencia eficaz de la autoridad y realizaciones por el bien común. La alarmante falta de equidad es uno de los factores de inseguridad e inestabilidad. ¿Se olvidaron los compromisos éticos de construir un modelo de solidaridad y justicia social? Es inconcebible que no se aprenda del tesoro de los errores, la violencia siga extendiéndose, la desigualdad se agudice y Medellín muestre una tasa ascendente de desempleo del 13.3%, superior a la del país, del 10.5%.

No renuncio al realismo optimista. A pesar de las evidencias rutinarias, pienso que Ciudad Gótica es sólo metáfora transitoria y no figuración definitiva de nuestra ciudad. Ojalá no acabemos conformándonos con la ilusión de que sólo el poder de Batman nos ayudará a botar lejísimos el miedo circundante.